Más allá del pétalo de tu vientre,
el sueño de quedarme despierto
despuntando amaneceres
en el pretíl de tus labios.
No quisiera
que te hallase sola la soledad
ni que el viento ocupase un espacio
que no es el suyo
si no el mío que presté a la brisa
por cada lado de los tristes páramos,
sí, en este instante interminable
que escribo estos versos en desahucio.
El silencio, solo el silencio
y nada más que eso.
Carlos Gargallo (c)
4 comentarios:
Cuántas cosas pueden decir los silencios... y algunas a voz en grito, incluso.
Siempre es un placer leerte.
Un abrazo.
Gracias Pedro, es cierto, cada silencio, es un grito buscando la verdad en la que uno cree.
Un abrazo.
Hermoso poema, me dio gusto haber pasado...
Saludos desde Buenos Aires
Gracias Claudia Isabel, yo si que me alegré verte por aquí,te agradezco tu comentario, que seas feliz.
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