Si sabes porqué te trabas a la hora de escribir, podrás desarticular tus excusas para no escribir: "se me agolpan las ideas", "la mente va más rápido que la pluma", "comienzo a desarrollar algo con entusiasmo y luego no sé como seguir", "cuando leo lo que escribí me parece insulso"...
El bloqueo viene no porque no tengas ideas para contar sino porque antes de ponerte a escribir ejerces de crítico. Lánzate.
No sufras, actúa. Los escritores se dividen entre los que siempre pueden escribir y los que cada tantos días o minutos se bloquean.
Los que siempre pueden escribir se dan permiso, saben que el escritor se hace escribiendo y todo lo convierten en literatura, después seleccionan y ajustan la trama. Los otros auto gestionan una serie de condiciones para no poder, un verdadero programa al respecto, generalmente sin percatarse de ello, siempre les sale el crítico antes del inventor y el resultado es la frustración, la danza de los fantasmas que agotados se agazapan en los pliegues de su cerebro.
Entre estas condiciones nefactas, planea el temor, te reprimes por temor al abismo del inconsciente o al vacío de la página en blanco. ¿Hay formas de combatirlas? Formas sí; fórmulas, no.
Algunas aproximaciones:
-Escribir no es hablar de ti mismo directamente, sino hacerlo, pero refiriéndote a un tercero o a varios.
-No juzgar antes de producir. Dejar al censor mudo es darse permiso.
-Aceptar el juego, admitir el azar, permitirse indagar, observar minuciosamente, escuchar, asombrarse, son vías hacia el desbloqueo.
-Crear es imaginar y pensar, lo cual es igual a quitar el velo a todo lo que experimentas a diario- Al mismo tiempo, cuanto más se escribe, dejas menos espacio al control.
-Apelar a las ideas descabelladas, ¿acaso tienen cabellos las ideas?¿hay ideas calvas?
Entonces conseguirás detenerte no porque no puedes o no sabes escribir, sino para elegir entre varias posibilidades.
C.Gargallo (c)
El bloqueo viene no porque no tengas ideas para contar sino porque antes de ponerte a escribir ejerces de crítico. Lánzate.
No sufras, actúa. Los escritores se dividen entre los que siempre pueden escribir y los que cada tantos días o minutos se bloquean.
Los que siempre pueden escribir se dan permiso, saben que el escritor se hace escribiendo y todo lo convierten en literatura, después seleccionan y ajustan la trama. Los otros auto gestionan una serie de condiciones para no poder, un verdadero programa al respecto, generalmente sin percatarse de ello, siempre les sale el crítico antes del inventor y el resultado es la frustración, la danza de los fantasmas que agotados se agazapan en los pliegues de su cerebro.
Entre estas condiciones nefactas, planea el temor, te reprimes por temor al abismo del inconsciente o al vacío de la página en blanco. ¿Hay formas de combatirlas? Formas sí; fórmulas, no.
Algunas aproximaciones:
-Escribir no es hablar de ti mismo directamente, sino hacerlo, pero refiriéndote a un tercero o a varios.
-No juzgar antes de producir. Dejar al censor mudo es darse permiso.
-Aceptar el juego, admitir el azar, permitirse indagar, observar minuciosamente, escuchar, asombrarse, son vías hacia el desbloqueo.
-Crear es imaginar y pensar, lo cual es igual a quitar el velo a todo lo que experimentas a diario- Al mismo tiempo, cuanto más se escribe, dejas menos espacio al control.
-Apelar a las ideas descabelladas, ¿acaso tienen cabellos las ideas?¿hay ideas calvas?
Entonces conseguirás detenerte no porque no puedes o no sabes escribir, sino para elegir entre varias posibilidades.
C.Gargallo (c)
2 comentarios:
Interesante tu reflexión sobre la producción literaria.
Un saludo poeta.
Gracias Ángel, un abrazo
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