01:30 horas (da igual qué andén)

Ya ayer fue el de dos besos en la mejilla,
un abrazo de siglo y medio,
la mirada con suspiro,
la cabeza girando en la despedida.
Desde un fulgor en la llegada
-estación aquella que os contara-
las horas locas en volandas
corriendo en su circular jaula.
De nuevo un tango en el bolsillo,
una sombra que se alarga
en, vaya usted a saber hasta cuando,
como si un pájaro tibio
diese mil vueltas al mundo
y tú, en infinitos colectivos hasta la bombonera,
un zarpazo de hemisferio,
ese ecuador que me aprisiona.
Adiós, amiga hasta mi vuelta.