Como un abismo sin fondo,
he visto a hombres
esparcir la semilla del odio.
De sus agujas negras,
una mujer gotea
sobre los pliegues en jirones
de sangrante sábana
y unos niños lloran
dentro del armario.
Un hielo de campanas
cae a golpes sobre los tejados.
Alguien eleva una plegaria
frente al campo de los cipreses
mientras otros callan
sin hallar en su boca
ni una sola palabra.
Así seguimos,
contando y contando muertos.
Carlos Gargallo (c)
6 comentarios:
ay, espero que aqui puedo decir ay, por que ufffffff duele ...tu ultimos post duele
sin embargo no deja de ser una obra magnifica
Realmente sobrecogedora Carlos, se me encoge un tanto el corazón, pero del mismo modo es hermosa dentro de su tremendismo.
Saludos.
Triste alegoría, amigo. Te tengo dicho que no veas tantos telediarios.
Aunque en tus manos, hasta el canto a la muerte suena esplendoroso.
Un abrazo.
Gracias por enlazarnos. Te subimos a Sitios amigos.
Gracias todos, efeectivamente, es triste, pero es real, muy real.
Un abrazo
(...y gracias por seguir ahí y aquí)
Los versos
"Un hielo de campanas
cae a golpes sobre los tejados"
golpean a su vez en mi cabeza con el ritmo perfecto. Y tanto que es verdad...
Un saludo.
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