Ruedan los días ingratos
envueltos en sábanas de abandono
y pliegues fríos.
Caen las noches de bruces sobre el asfalto,
gritos y prostitutas iluminan esquinas
y apagan farolas.
La muerte de la suerte
camina por líneas blancas
entre charcos de alcohol y orines,
es sábado, llueve,
se acobardan las palomas en los aleros,
hay un autobús llamado "búho"
cargado de borrachos,
contenedores con basura,
con restos humanos, con humanos
que buscan chatarra, comida
o una habitación de cartón y un cigarro.
Tener o no tener, quedar hundido en este fango
donde los coches engullen perros, gorriones
y sus propietarios son felices
cada vez que visitan grandes almacenes,
tragan hamburguesas
y crían niños mal educados.
Carlos Gargallo (c) de "Días extraviados"
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