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domingo, 23 de noviembre de 2008

Tres tallas menos

Dijiste no a los espejismos
y rozaste con tus dedos
un laberinto de amor confuso.
Huyes de ti misma
y te persigues cada mañana
en tu espejo de derrota.
Crees ser de la noche
el pozo negro de las lágrimas
pensando que ese cuerpo
de menos de cuarenta kilos
no cabe por ninguna puerta,
y así, te dejas matar
en la talla minúscula
que necesitarás como lápida.
Es tiempo aún
para tu renacimiento.
Vive, simplemente,
dejarte seguir viviendo.

Carlos Gargallo (c)

3 comentarios:

lichazul dijo...

carlos

autoestima versus mercadeo
es una lucha titánica
si cada vez los medios te dan a entender que es lo ideal y lo out

fragilidad etérea puede llegar a ser
nuestros ojos tienen otra percepción distinta a la de los "normales"...siempre se vive con ese fantasma aunque la recuperación sea un logro

la anorexia y la bulimia
son aún temas no resueltos en nuestra sociedad exitista y competidora

un abrazo de paz

Inés dijo...

me gustaría ser la primera en comentarte hoy, en estas horas intempestivas, cuando los dos estamos despiertos aun escribiendo nuestros nuevos posts.

Este poema triste como la vida misma, como algunas realidades que aun existen, ojala tu pensamiento de libertad y vida fuesen suficiente para abrirle los ojos a otra realidad

...sabes que soy incondicional de tus poemas

un beso

Themys Brito dijo...

La realidad para muchas mujeres. Ojalá alguna de ellas pueda encontrar luz en tus palabras.