De qué estamos hechos
sino de simiente y agua,
de manantial cósmico,
de estrellas caídas
que quieren levantarse
y volver al universo.
De esta savia que nos nutre,
del péndulo imparable
que nos procura el destino,
somos, seremos por siempre,
más allá de los crepúsculos,
Luz de un mundo abierto,
filamento estelar
de amor y sentimientos.
Ahora, tengo que dejaros,
es la hora de la medicina,
estos hombres de blanco
no me dejan nunca tranquilo.
Carlos Gargallo (c)
5 comentarios:
Hola Carlos,
tú si eres luz de un mundo abierto, filamento estelar de amor y sentimientos!
cuánta poesía escribes!
un beso,
hola carlos!!!!!!
me encantó lo que escribiste, creo que los locos tienen lo que tienen los genios!!!!!!!
cordura en algunos momentos y locura en muchos otros......
un abrazo y felicitaciones!!!!!!!
Un universo tus letras Poeta. Precioso poema. Un saludo y beso, cuidate.
Somos parte del cosmos maravilloso.
Volamos hasta el cuando nos diluimos para ser polvo de estrella y así, en cada anochecer hacer la cama a la luna.Ella, coqueta se mira en el mar y al sacudirse para observarse de cerca, nos deja caer a la inmensidad marina...
Y el ciclo vuelve a comenzar...
Me ha encantado este poema.
Un beso.
Que manera sutil del hablar de la muerte que puede aproximarse, en cualquier momento y hacernos nuevamente parte del espacio desconocido para nosotros, EL HOMBRE.
Un saludo
Roxana
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