Por creer,
ya no creo ni en los milagros,
solos en los ojos limpios
y en las bocas que asoman sinceros
los dientes en pura sonrisa.
Por creer,
no creo que los blandos apretones de manos
ni en los golpecitos en la espalda
en saludos de compromiso cotidiano.
Por creer,
tampoco creo en las voces empalagosas
que prometen ayuda de inmediato
diciendo que ya está todo hecho,
no te preocupes, eso para mí
es pan comido.
Por creer,
solo creo en mí y poco más,
y en todos los demás
que ya sabía a ciencia cierta
que me aman y siempre me amaron.
Amen.
Carlos Gargallo (c)
8 comentarios:
Incluso, a veces, creer en uno mismo se nos hace cuesta arriba. Hay desazón en este bello poema. Saludos cordiales.
Creo que la edad nos va abriendo los ojos, aunque padezcamos de vistra cansada, y cada vez vemos que lo auténtico es menos.
Un abrazo. milagros
Eso hace el recorrerido del tiempo en nosotros.
Muy cierto.
Besos.
Mira que bien!! Practicamos la misma religión.
Un abrazo
Un buen comienzo es creer en uno mismo , y en el mundo interior que tenemos dónde habitan las personas que como vos decis , nos aman con certeza, un beso
al menos crees..eso te hace creyente:))
que tengas un lindo fin de semanita:)
Eligo esta entrada para declarar que también puedes creer en mi, que desde la primera vez que te leí ya no puedo dejar de hacerlo ni de quererte.
Carlos, hoy me descubro Luna para ti.
http://mitacticayestrategia.blogspot.com/2009/03/me-descubro-luna.html
...cuándo uniremos versos?
muchos besos sinceros,
Inés
Desgraciadamente cada vez se restringe màs nuestra capacidad de creer, de confiar.
Buen poema
Saludos
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