Qué extraño me siento
cuando abro el día
y hay esperándome
el continuo sinsabor
de no tenerte.
Extraño
de no poder beber
el agua de esa boca
que me besa
cada vez más
de tarde en tarde.
Todos creen saber
de qué materia
estamos hechos,
y están convencidos
de que nuestra amistad
es de esas cotidianas.
Pasan los días.
Pasan que no es poco,
aún así amor,
parece que cada vez
quedan menos
para solucionar esto.
Los murmullos me acorralan
conversando y discutiendo
conmigo mismo y el espejo,
soñando que estoy despierto
cuando beso tus sueños.
Me siento extraño
cuando no te tengo,
y cuando te tengo,
parezco extraño.
Carlos Gargallo (c)
8 comentarios:
Preciosisimo Carlos y sobre todo estos versos finales:
Me siento extraño
cuando no te tengo
y cuando te tengo
parezco extraño.
Un abrazo. milagros
Que lindo cierre, porque es muy cierto.
besos.
todo el poema me gusta, pero me quedo también con los versos finales! Besos!!
"...soñando que estoy despierto
cuando beso tus sueños".
Por estos versos, aunque solo fuera, estaría bien justificado el poema.
Un abrazo
Me gusta este poema pero sobre todo me dejan impresionada estos versos "Me siento extraño
cuando no te tengo,
y cuando te tengo,
parezco extraño.". Enhorabuena navegante por algo tan bello.
Es preciosísimo este poema, con un bellísimo final.
Me ha encantado. Enhorabuena.
Un abrazo,
Qué extraño!
Nos sentimos extraños cuando estamos solos, necesitamos de ese otro para que nos complemente y poder entender nuestras soledades.
Has expresado algo muy cierto este poema: "Los murmullos me acorralan
conversando y discutiendo
conmigo mismo y el espejo,
soñando que estoy despierto
cuando beso tus sueños".
Fascinante!
Besitos
¿sueños o realidades?, Vida propia marcada como un tatuje en el alma.
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