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lunes, 5 de abril de 2010

Domingo de resurrección

La mañana es un cuerpo radiante.
La luz cae como manantiales
sobre las aceras y un niño juega.

Su risa inocente
es un sonido abierto al mundo.

Hay pájaros asomados a sus balcones
en una algarabía desenfadada de trinos
de árbol a árbol, de rama en  rama.

La vida se acomoda en su sofá de espuma
volviendo a sentir asombro en cada minuto.

Las azoteas
son campamento de cientos de colores
ondeando sus sábanas al viento
mientras una tropa de antenas
posan firmes mirando para el mismo lado.

Un coche pasa, en su interior,
una voz anuncia desde la radio
algo de 40 que parece ser, son principales
mientras en la orilla de la acera un perro
lo ve pasar con ojos abiertos
y rabo siguiendo el ritmo.

Es domingo,
comentan que alguien muy conocido
ha resucitado.

Seguiremos informando.

Carlos Gargallo (c)

6 comentarios:

Unknown dijo...

tantadulzura y tanta belleza caudro pedfecto , melancolía y un final maravilloso mis respetos ante tan bella poesía
maria susana

Anónimo dijo...

Hola he estado viendo tu pagina y la encontre muy buena...me ha gustado mucho como escribes te felicito ..

te visito desde
http://desdoblamientointelectual.blogia.com/

Isabel Martínez Barquero dijo...

Precioso. Un acierto ese tono narrativo.
Un abrazo, Carlos.

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Un regalo, tu Poesía.

Para mi resucitó la Esperanza y el Amor.

Saludos cordiales, desde Valencia, Montserrat

Lola Padilla dijo...

La verdad un domingo como otro cualquiera, mientras sigamos actuando con la misma indeferencia a la humnaidad.

Se olvidan que la semana santa es algo más que un traje y una mantilla, el sentido de una estación de penitencia, de redimir los pecados y ayer domingo de resurrección, los mismos pecados sin propósito de enmienda.

Muy buenos versos, como siempre Carlos.

Tu amiga Lola te envía un fuerte abrazo.

Mercedes Pinto dijo...

Me encantó tu manera de anunciar la Resurección.
Fantástico poema.
Un abrazo.