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sábado, 4 de septiembre de 2010

Antonio José Mateo Saura, hasta siempre


Se nos ha ido un poeta, un amigo y paisano, se nos ha ido a otra dimensión, a dormir en un verso tras otro. Quiero rendirle homenaje con la entrevista que otro amigo, hace poco, le hizo.

Antonio José Mateo nació en la pedanía murciana de Aljucer, si bien formó familia en otra pedanía, en El Palmar. Su vida la ha dedicado a la enseñanza; 23 años ha estado explicando Geografía e Historia a sus alumnos, actualmente en el instituto Francisco Salzillo de Alcantarilla. Lo que más valora es la amistad. Sabe que el tiempo es lo más preciado que cada uno tiene y, por ello, a quienes le visitan en su domicilio para compartir junto a él ese tiempo ha escrito el poemario 'El temor del auriga' dedicado a su retoño, también Antonio. Lo obsequia a todos para agradecerles el tiempo personal que cada cual le regala.


- ¿Qué le ha inspirado el título de la obra?

- Está recogido de un pasaje de Platón, Fedro, en el que un auriga, es decir los que van en carros tirados por caballos, se van acercando a la belleza y sienten a la vez temor y veneración.

- ¿Por qué temen?

- Porque se acercan al conocimiento de la belleza, pero con mayúsculas.

- ¿Qué conlleva la belleza con mayúsculas?

- Depende del punto de vista donde te sitúes, pues esa belleza con mayúsculas está adornada con muchos valores y virtudes por los que generalmente uno siente veneración o temor. Pueden ser virtudes teologales; aunque el libro en sí no es religioso, pero plantea sentimientos que van más allá de lo terrenal, pues utilizo muchos términos que también aparecen en los evangelios, concretamente en le Antiguo Testamento. Son estos términos como vigilia, recuerdos, ensueños.

- ¿Por qué se va usted con su poesía al más allá?

- En el libro hay una evolución, desde el primer capítulo hasta el último, donde se llega a algo inabordable. El tema de la muerte es un proceso por el que se llega a través de una experiencia dolorosa y concluye el libro con el verdadero príncipe.

- ¿Con qué versos se queda usted?

- Cada uno de los poemas está escrito a partir de una experiencia personal amplia como es la lectura y reflexión sobre poemas de un libro, conversaciones con un amigo y compañero de clase. Cada poesía encierra en sí un mundo, pero todos juntos completan la idea de ese príncipe que tiene múltiples facetas.

- ¿Mejor atenerse a una métrica concreta o utilizar el verso libre?

- El verso libre te da mucho más juego. Mis poesías surgen a partir de lecturas de poetas como Fiedric Hölderlin, Paul Celan, Rilke y Constantino Kavalis, entre otros. Éstos son autores extranjeros con una traducción difícil, lo que ha dado lugar a no tener sus textos castellanos una métrica; posiblemente eso me haya influido. Heidegger decía que el poetizar debe ser asunto del pensar.

- ¿Para qué sirve la poesía? ¿Por qué ha llegado usted a ella?

- La poesía si no va relacionada con un pensamiento no me interesa. He tenido la suerte de contar con un gran amigo y compañero, Bartolomé Fuentes, con quien en muchos ratos que hemos pasado juntos hemos hablado de poesía, arte, pintura, filosofía o mitología; de la belleza en general, y al calor de esas conversaciones e intercambio de pensamientos y vivencias durante tres años es lo que ahora plasmo en el libro. Es el resultado de esta experiencia personal la que me ha llevado a escribir poesías.

- «Miro el azul del mar,/ el azul del cielo&hellip/ y sólo veo azul./ ¿Dónde está el mar azul,/ dónde el azul infinito?»&hellip ¿Qué quiere expresar usted con estos versos?

- Expongo la aspiración que todas las personas tenemos por lograr lo más tangible, lo más sencillo. Nosotros podemos ver el color del mar, pero no el mar en sí. No se logra capturar al mar en su esencia.
 
Manuel Herrero /peridísta

11 comentarios:

Laura Caro Pardo dijo...

Es una verdadera pena que la muerte se lleve a personas tan valiosas y tan jóvenes.
Me uno a tu homenaje.
Saludos.

ELILUC dijo...

Hermoso homenaje al poeta!!!
un abrazo

Pilar dijo...

Siempre que muere un poeta, queda un verso inconcluso en la vida de quienes amamos las letras. Queda ese qué decir, qué palabra nombrar para describir su tiempo de poemas, cuentos, relatos…Queda ese sabor a noche sin respuestas.

Abrazos y gracias por compartir esa entrevista.

Pilar

Acantilados de papel dijo...

Gracias, Carlos.
Un abrazo

François de Fronsac dijo...

Siempre presto, amigo Carlos.
Abrazo

Rosana Martí dijo...

Todos nos tenemos que ir alguna vez, pues estamos por aquí de paso. Aunque no lo conocía siento la perdida de un poeta que sentía con el alma. Desde el blog de Carlos quiero que lleguen mis condolencias a la familia, un fuerte abrazo de corazón.

Anónimo dijo...

A poesia serve para expressar a vida.

E por tuas palavras, foi muito bem expressa.

gosto de estar por aqui.

beijos

yllenah

Mercedes Pinto dijo...

Descanse en paz Jose Antonio Mateo Saura, un tipo grande, además de gran poeta, como lo demuestra esta entrevista.
Un abrazo.

María M. Mateo dijo...

Gracias de parte de toda la familia de Antonio José por las muestras de cariño recibidas tanto en estos meses de enfermedad como en los momentos finales.
Se ha ido el poeta rodeado de los que más le querían.

"Se termina la vida.
Níhil Óbstat."

Anónimo dijo...

Acabo de enterarme de la triste noticia, yo fue alumna suya en el instituto de Torre Pacheco y luego, con los años, estudié Historia por lo que aprendí en sus clases. Siento mucho que haya desaparecido mi profesor.
Quiero enviar un abrazo a toda la familia de Antonio José, a mi maestro.
Mª Carmen Pérez Almagro, mcpalmagro@hotmail.com

Anónimo dijo...

Me ha entristecido mucho conocer la muerte de Antonio J. Fuí compañero suyo en Torre Pacheco, y años mas tarde volví a tratarlo, cuando se encontraba ya muy enfermo, en el hospital. Este último período estrechó mi relación con él, cuando circunstancias profesionales hicieron que tuviera que atenderlo como paciente. En todo momento fue muy amable conmigo, y siempre me asombró su basta cultura y su exquisito trato personal.
Un cordial saludo a su esposa, a la que conocí en momentos muy duros.
Antonio