Aquella tarde
me dolían las penas.
Era un dolor intensamente conocido
como se conoce al amigo de la infancia
sabiendo de que pie cojea,
creyendo que es para siempre,
quizás toda la vida;
con un zumbido hiriente
que golpea hasta derretir los sueños,
los días, el clamor de supervivencia.
Sacudí frenéticamente la cabeza,
quería sacar aquello desde adentro
con esa ansiedad de corzo herido.
Froté mis ojos hasta hacerme daño
Y tan solo conseguí
Una tormenta de lágrimas.
Aquella tarde
Me dolían las penas
Y no encontré
A quien contárselas.
10 comentarios:
Ansiedad de amigo, cuando la pena quiere anidar, el único remedio casero es una buena amistad.
http://enfugayremolino.blogspot.com/
Que tristeza no tener a quien contarle las penas, finalmente sentido poema. Saludos
No a quien contárselas, pero si con quien compartirlas y aqui están, siempre.
PD: por fin llegó a mis manos tu libro, y me encantó, gracias por la dedicatoria y por tu tierna poesía. Un abrazo amigo
Espero que ese dolor no vuelva nunca,pero sé que el miedo siempre esta presente...un abrazo,J.R.
Muy cierto,esas tardes son las que más duelen.
Hermoso poema.
Un abrazo
Tristeza en tus versos Carlos, las penas no son eternas ( gracias a Dios) por suerte pasan pronto.
Que tengas un maravilloso Domingo.
Besitos de Arte.
¡ Cómo me suenan esas tardes!
La soledad gana el record de amigos en el mundo.
Me gustó mucho este poema.
Un abrazo.
Un poema muy profundo que nos habla de algo muy cotidiano.
Mi pena Hoy, me lleva Hasta Afganistan, donde tengo un trocito de mi alma .
Desde aquí un abrazo a las tropas españolas que están en misiones en el extranjero y a sus familias para que en estos día de Navidad no les falte ni luz ni esperanza en el corazón.
¡Feliz Navidad!
Un bonito poema aunque bastante triste.....suele ocurrir que ante acontecimientos tristes (y también alegres) surjen los más bellos poemas.Saludos navideños
Cuanta tristeza ...
Saludos.
Ingrid
Publicar un comentario