En la espera de un sueño posible
se desnudan los árboles con sus pechos desnudos
y los brazos agitados.
Recorre el viento las calles,
orando la flor, el regreso de la vida,
su historia de comienzos de febrero pasado,
disfrazada de intermitentes horas de dulzura y amargura
a tiempos iguales.
Un poeta ejerce saltos mortales
y camina por la cuerda floja
sobre un rayo de luz temprano;
rie a la vida como mejor sabe, sintiéndose abril,
primavera cercana.
3 comentarios:
Hermoso y esperanzador poema bello sentir.
Un abrazo Carlos.
"La espera de un sueño posible" lo dice todo. Todo un poema estimado Carlos. Un abrazo argentino.-
me gustó leerte de nuevo, Carlos, y en este poema encontrarte.
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