Ahora la brisa trae aroma de rosas blancas
Como si una mano las entregara
Desde el abrazo de un sueño,
Es un alma de jardines
Yo ciego, pongo mi corazón y escucho
A la soledad de tu pecho.
Alzo la mirada al cielo
Orando un devenir de besos
Y entre nubes, creo creer que creo.
Te amé más allá de lo que recuerdo
Sin encontrar de más vida,
De más sentimiento y serena dicha
Ni alma, ni cuerpo.
Carlos Gargallo ©
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