Camino en la prisa de un minuto.
Soy hora en la hora de mi vida.
Caigo de bruces entre sortilegios.
Reposo mi espalda en los acantilados.
Miro en un charco las estrellas.
Canto baladas de difuntos
y tristes arias para vivos.
Rozo las nubes con los zapatos,
lloro a veces por las esquinas.
Si me dicen: !estás loco!
solamente sonrío
y silbo -... no estamos locos
que sabemos lo que queremos...-
Al amor,
me acerco con la caricia predispuesta,
los labios en vanguardia,
el corazón con la ventana abierta
y una flor en las manos.
Así paso la vida,
con la mirada de azotea en azotea,
el alma, con la venda puesta
intentando curar las heridas.
Carlos Gargallo (c)
3 comentarios:
Paisano ya le hice tres o cuatro visitas, asi que me debe unas cuantas ehh
hola
no sé como llegué aquí
he clikeado en el blog para seguir de marian y me ligo este espacio jajajaja
pero me he llevado una linda sorpresa
te gusta la poesía cosa que a mí me envuelve toda jajaja
volveré sin duda a leerte con más calma
para ello dejaré enlazado tu espacio al sidebar de mi blog así también quienes me leen sin duda llegarán a leerte también
un saludo de paz
desde el fin del mundo
elisa
que gran forma de ir plasmando las cosas mas profundas en la vida
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