Estoy con mi manos calladas,
los ojos bien abiertos
esperando, esperando.
Era Mayo,
los amigos nos reuníamos
en un domingo floral
teñido de azul cielo.
Cuantas risas por la calle
desnudos de hipocresía,
como abrazábamos la dicha
de tenernos en un fruto maduro
sobre tan verde rama.
Estoy con mis manos gesticulando
y los ojos cerrados.
Una princesa bajó de su carruaje,
una princesa que era más que reina.
Estoy con mis manos
tapándome los ojos,
llorando, llorando.
Carlos Gargallo (c)
7 comentarios:
Hola Carlos:
Si me lo permites, seguiré estos "pasos" en verso.
La poca poesía que te he leído ha hecho que me quede para continuar descubriendo tus letras.
Un saludo
Los últimos tres versos, son todo un poema, Carlos.
Un abrazo.
Laura
Hola Carlos! un placer recibirte en mi blog y otro placer pasarse por aquí, por el tuyo, lo que veo me gusta mucho asi es que volveré por aquí, si me lo permites.Serás muy bien recibido en mi tierra este veranito y verás como te gusta!!!!
Un saludo
Es un placer devolverte la visita a mi blog y te aserguro que ha merecido la pena llegar al tuyo. Me gusta la forma de escribir que tienes. Nos leemos.
Un abrazo.
Antonio
simpleza que nos dan ciertas partes de nuestra anatomía...de ellas (manos) siempre hay tanto que la boca no alcanza a decir.
felicitaciones
Cierto queridos amigos, las manos hablan, los ojos, los gestos, aun no habriendo la boca, hablamos más de lo que pensamos. Un abrazo.
Enhorabuena que hablamos mucho, sobre todo las mujeres, de lo contrario el silencio sería insoportable...
Lindo, todo lo que escribis.
Un beso
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