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lunes, 9 de marzo de 2009

Orden de captura

Doy orden de captura
a este corazón que me habita,
fuga en sístole y diástole
que cabalga al galope
por un cuerpo trajeado
de espinas y rosales.
Pongo precio a mis asuntos:
La moneda del calor humano.
Más,
si encuentras por alguna calle
ese cartel de "Se busca",
no creas que será fácil pillarme,
sé correr hasta con zapatos de tacón alto
o descalzo y desnudo.
No estoy dispuesto a caer derrotado,
ni a que me llamen cosas raras,
solo atiendo por mi nombre,
por lo demás,
vengo ya de vuelta de los disgustos.

Carlos Gargallo (c)

5 comentarios:

lichazul dijo...

vaya con la orden
salió el tiro por la culata jajaja

libre poeta remonta esos pálpitos
que es mejor dejar la vida en amores
que morir sin haberla vivido...

muakis de ...luna otoñal:-)

Manolo Jiménez dijo...

Es todo un placer leerte, no sólo por la construcción del poema si no por el mensaje que transcribes.

"solo atiendo por mi nombre"

Eso es entender la vida.

Saludos.
Manolo

Themys Brito dijo...

Muy lindo...
Aunque, cuidado con dar ese tipo de órdenes, que el amor usualmente tiene calabozos para los corazones.
Un saludo.

Marian Raméntol dijo...

Estar de vuelta de los disgustos ya es un gran qué, Carlos, y por lo demás, la palabra misma te fabricará el mejor de los escondites en caso de ser necesario...

Un abrazo
MArian

Ana Clavero dijo...

Te devuelvo la visita y prometo volver con más calma a leer tus poemas, porque esta "orden de captura" me ha gustado. Una muestra de que se puede hacer buena poesía y lograr, al mismo tiempo, que los demás nos entienda.

Saludos