Un día, mi marido me dijo
que siempre me querría.
Yo le creí.
Un día, también me dijo
que siempre estaría a mi lado
amándome, siendo sensible,
que jamás discutiríamos
y que todo sería perfecto.
Yo le creí.
Recuerdo que al principio,
era así, éramos felices
como se es feliz hoy,
con hipoteca, muebles nuevos
y una barriga de nueve meses.
Me decía que a la niña le pondríamos
de nombre como a su madre,
que en cuanto naciera, los tres
seriamos la familia-envidia de todos.
Yo le creí.
Hoy, en esta habitación fría,
paredes asepticamente blancas,
blancas batas y miradas profesionales,
les oigo decir:
Menudo hijo de puta,
mata a su mujer y su bebé,
otra más a la triste lista.
Y yo le creí.
Carlos Gargallo (c)
5 comentarios:
Tod@s creemos hasta que dejamos de creer
por que por quien
o por nada a la vez
Nesos
Tremando. Triste comprobar que tu ficción es realidad cotidiana.
Es cierto, triste descubrir que es real...
Un beso y feliz finde!!
Creemos, hasta que un día dejamos de creer porque lo que hoy decimos, mañana deja de ser así.
Me ha gustado mucho.
Un abrazo,
Una realidad cruda y dura, es el cancer de la familia de la familia en este sistema de vida que nos ha tocado vivir.
Saludos
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