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martes, 6 de octubre de 2009

Más santos inocentes

De qué valen
las cruces al hombro, los rezos,

tanto golpe de pecho
sobre túnicas de dorados hilos,
posar de rodillas en los templos.
De que valen a todos estos
que abren los ojos de hambre,
cierran las bocas a las moscas,
sangran en los caminos
vestidos de inocentes,
siendo inocentes, muriendo inocentes.
Para qué
tanto redoblar de campanas,
o llamada de Mu'adhdhin,
si nadie es capaz de parar
una locura en la herida abierta.

Carlos Gargallo (c)

11 comentarios:

Andrés Glez. Déniz dijo...

Buen ejemplo de poesía comprometida.

Anónimo dijo...

si no SOMOS capaces, ni tu ni yo, pero hay quien reza, al menos es algo

Antonio dijo...

Rezar es una forma de actuar inoperante. Es el lavado de conciencia que deja en manos de otro superior, en este caso Dios, la responsabilidad de todo...
Un saludo

Silencios dijo...

Ufffffff ...

Decía un amigo; Con la iglesia hemos topado.
Gran poema

Besines

Paco Alonso dijo...

Cruces al hombro.
Golpes en el pecho.
El niño que muere de hambre
Y yo lo nombro.
Sin el calor de un lecho
¿Que hacemos de la vida?
Somos culpables todos un poco.

Bravo por tus santos inocentes.
¿Hacemos algo?

Cálido abrazo

MiLaGroS dijo...

Pienso igual que tu. No vale de nada y además es ridículo, vergonzoso y anti testimonial.
Un abrazo

Cemanaca dijo...

Poeta...
me dejas sin palabras ante tanta veracidad.


saludos conversos.

Lisandro dijo...

Es duro, pero es real... me gusto mucho... un abrazo!

M. Angel dijo...

Carlos comparto tu sentir, sobre el hambre de otros, pero en esto Dios no es culpable. Somos todos culpables.
El rezo y la fe ayuda mucho mas de lo que creemos.

Placer leerte.

Saludos

Dinosaurio dijo...

Buen poema, Carlos, estoy muy de acuerdo con tus versos.
Un abrazo.

fonsilleda dijo...

Pones versos ahí donde se encuentra el sentimiento de muchos (aunque quizá no todos los que debieran) y las heridas.