No la tarde encendida. Ni la nieve en los ojos apagados, ni la simiente en la maceta triste del balcón cerrado. El alba tampoco es gran cosa. Queda al final sola la noche. Nadie defiende a la noche porque es oscuridad, tiniebla misma entre el acorde cobarde de la esquina y el punzón sangrante de la farola. Qué frágil la eternidad del día a día. Alguien grita desde el ascensor parado, el negro olor a manzanas podridas por ciertos callejones y el hueco de unos pasos que corren entre el charco plagado de sangre y la navaja. No es eso la noche, no. Es más: Luna, estrellas, besos y sexo, caricias que nunca desean desperdiciarse, risas sin prisa, acordes de neón,suspiros acompasados. La vida sin ir más lejos, también la vida.
Carlos Gargallo (c)
8 comentarios:
.Siempre paso, porque visitar a mis amigos y amigas me alimenta en letras y disfruto mucho de leerte, suman las imagenes, seguire pasando siempre.
PD: Ando siempre con tanto trabajo que voy de prisa y me olvido de felicitarte por tu blog, te digo esta muy bonito, te felicito. Muha Luz y hasta pronto
Me gusta mucho sus poemas. Gracias por compartirlos.
Saludos.
Excelente y bello verso.
feliz semana
un abrazo.
Todo tiene su lado claro y su lado oscuro. También la noche. Hermoso. Un abrazo
Precioso!!
Saludos!
Bonito, reflejando las dos caras de la realidad, en este caso, la noche. Un saludo.
Me gusta la noche y todos sus fantasmas y sombras porque es precursora del día y de la vida "sin ir más lejos".
Bicos.
¡qué belleza, por Dios!!
abrazos
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