Ha tocado fondo la noche
y tú sigues ahí sentado en el balcón
mirando reclinado las estrellas.
Las estrellas llevan horas brillando
pero se acerca la hora de su sueño.
Tu cubata, hace horas que quedó sin hielo
y el sabor agri-dulce quema tu garganta.
Hay un perro que ladra sin razón alguna.
¿no duermen los perros?
No sé si siete mil dagas
están clavadas en el corazón pensativo
o hay quizás un recuerdo de amor en la lejanía.
El rocío hace estragos húmedos
en la piel que te cubre,
más no hay manera que el sueño venza.
Menos mal que hoy ya es domingo
y sabes como aburrirte.
Carlos Gargallo (c)
16 comentarios:
Poema fresco, como el rocío. Más, no puede ser.
Y yo, fumando letras de cigarrillos; sin balcón, con ventana; los perros, parecen dormidos; y no duermo. Quizás, algunas de esas dagas, indagan en mi cuerpo a ver por donde clavan sus cuchillos de silencio. Te comprendo, amigo mío. Y el domingo, ha vuelto.
Un abrazo Carlos, desde aquí.
No ha noche más larga que aquella en la que el sueño da paso al desamor.
Buen poema.
Un abrazo.
hola bienvenido a mi rinconcito, esas noches las conozco yo sin el cubata jajaa mirando las estrellas y escuchando el rumor del mar asi me llega el amanecer pinturero y de tonos bellos saludoss
Poeta Carlos Gargallo
Ha tocado fondo la noche
y tú sigues ahí sentado en el balcón
mirando reclinado las estrellas.
COMO VOC6E ESCREVEU BONITO,
MEUS CUMPRIMENTOS,
DESEJANDO UM LINDO DOMINGO,
AQUI DE NEW YORK
Efigênia Coutinho
Carlos:
es una fina delicia leerte seguir tu verso endulza...
Me encantó cariños desde la Argentina
Gracias por seguirme.
Yo estoy en una edad que para mí todos los días de la semana me parecen iguales. "JUBILADA" y ahora que estoy en la Serranía de Cuenca en un pueblo de pocos habitantes aun pasa el tiempo mas monótono.
Yo no me aburro, tengo mis blogs y entro en los vuestros, que son una fuente de la que me alimento y reconozco que voy aprendiendo día a día.
Te seguiré e iré poniendo algún comentario siempre que la línea de Internet me lo permita.
Un abrazo
Gracias por vuestros comentarios, es un placer teneros y sentiros cerca, un abrazo.
Sea pues que la espera es difícil, que el momento en que el deseo sucumbe a nuestros pies parece que otro sustituye al primero.
Y ya no lloro cuando no conseguimos lo que queremos, el drama me aparece cuando no tenemos nada por lo que luchar.
Y con tu invitación del vinito en la mano, me río, lucho y espero y entre tanto y tanto unas risas, y un poco de aire junto al mar no nos vendría nada mal.
Y desde aquí, desde la atalaya de mis deseos, te deseo que disfrutes del camino.
Manu Medina
Sea pues que la espera es difícil, que el momento en que el deseo sucumbe a nuestros pies parece que otro sustituye al primero.
Y ya no lloro cuando no conseguimos lo que queremos, el drama me aparece cuando no tenemos nada por lo que luchar.
Y con tu invitación del vinito en la mano, me río, lucho y espero y entre tanto y tanto unas risas, y un poco de aire junto al mar no nos vendría nada mal.
Y desde aquí, desde la atalaya de mis deseos, te deseo que disfrutes del camino.
Manu Medina
Aquel domingo cuyas tardes son el trampolín a la pesadumbre de la espera para no sentirse atado espeando la luz de las estrellas o esperando el alocado lunes por la mañana, aunque no siempmre sea así , pues en las postrimerias de la vida , el domindo se reduplica persistentemente.
... y dicen que cuando te sientes solo es que tienes frío por dentro, que a la vida se le provoca y se le atiza para que los resortes de la esperanza no desfallezcan... y el arte, como siempre, es un soplo de aire renovado, cuéntanos mas, mas de lo tuyo, dinos como se escribe la palabra poesía, cuéntanos como estás cuando ríes o lloras, escribe, escribe, cuenta, cuenta, cuéntame, que yo te leo.
Manu Medina
Me gustó mucho y coincido con lo de los domingos, por eso abundan tantas canciones sobre ese día!
Saludos
Tocamos fondo muchas veces y los otros tocan lo suyo también.
Versos certeros.
Saludos...
Hola carlos, gracias por seguirme,
me pasé por tu blog y he de decir
que no pasas desapercivido, un poema precioso.
Un abrazo
No sé la razón del ladrido de los perros. Pero este poema algo insomne me ha dejado rumores cubiertos de rocío, decíres de algo no dicho ¿me explico? quizá no...ay que el poeta sabe de eso, aunque yo no comprenda.
Saludos cordiales.
Un gintónic de ausencias
que se funden
- se con.funden-
en la comisura de mis labios
adormecidos.
Un maravilloso descubrimiento. Te enlazo ... no quiero perderte.
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