Todo se volvía lentamente claro, limpio,
ante esa imagen de paisaje recién amanecido.
El alma se escondía
como se esconden los niños asustados
junto a las faldas de una madre.
La luz, era el dios que daba vida
ante una miríada de ojos cerrados.
Jamás pensaron en el tiempo gris,
en la próxima tormenta
que les privaría de ese idílico mundo.
Entonces,
los ángeles, volvieron a los cielos
y el Hombre,
quedó
inmensamente solo.
Carlos Gargallo ©
3 comentarios:
qué sensación, qué soledad
saludos
Me gusta y me quedo con:"jamás pensaron en el tiempo gris,en la próxima tormenta que les privaría de ese idílico mundo" .............es mejor no pensar en lo que nos puede venir, hay que disfrutar del paisaje idílico del mnomento a tope.Saludos
así es
Publicar un comentario