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viernes, 6 de diciembre de 2013

! Ah, risa mía !

¡ Ah, risa mía ¡

Oh aleteo de esos labios que aman,

agua disipada de ámbar en la resonancia estelar.

Quien diría que no te amo
Si cada uno de mis suspiros
llevan grabados tu nombre,
tu persona y piel
de todos mis rezos recuperados.

Canción que habla del tiempo perdido
que me devolviste a mi ribera,
al mar mismo de las olas
que antes me hablaban de soledad.

Y heme aquí,
a la espera de tu sombra,
señal inequívoca de tu llegada.

No habléis de amor
sin realmente saber,
que hay palabras que lo dicen todo,
sin tener, a veces, que decir nada.

Carlos Gargallo ©

3 comentarios:

checha dijo...

preciosa, Carlos, un verdadero homenaje al amor verdadero, que poco necesita para comprender necesidades, que poco se esfuerza en ser amado, porque siente el amor que lo vivifica y alimenta en silencio, cuando sobran las palabras.
GRACIAS POR REGALARNOS LAS TUYAS

CHARO dijo...

Ha sido un placer leer tu poema.Saludos

María dijo...

Unos versos llenos de amor y ternura, felicidades.
Un saludito.