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martes, 24 de junio de 2008

SU ÍNTIMO VUELO


SU ÍNTIMO VUELO -a Amalia López, en el paraíso de las nubes-


Qué pequeño se le fue haciendo todo…
Las cosas, las casas, el paisaje mismo
Como si un embudo lo tragase
Hasta convertirse en un puñado
De minúsculos granos de arena.

Volar, volar…

Y el cielo sintió que la envolvía,
Era ella misma y su Dios delante mismo.

Jugó con sus ojos de perla
Poniendo mirada tras mirada
Entre nubes de cambiantes realidades.
Mil y una, un millón de formas
En el alféizar de su imaginación.
Sí, esa que solo ella sabe conjugar,
Disfrutando y regalando
Un néctar de camino hacia la armonía.
-Juego de luces entre las nubes y el cielo-

Lentamente, se iba acabando el viaje,
Aún así, mucho antes de que tomara tierra,
Supo para siempre, que allí, en ese azul infinito,
Hay una nube que se llama como ella;
Una nube con color de dalia,
Dulce, tierna, sembrada de luz,
Risueñamente de mirada de futuro,
Una nube como ella
De nombre Amalia.


Carlos Gargallo © Junio 2008

2 comentarios:

JR dijo...

Vuelve ardiendo el verano
en estas brasas de infancias,
arden las estrellas en su cielo de carbón,
arden los montes,
la sed del fuego.

Arden nuestros cuerpos acostados
en las arenas de las playas,
arde el centro de nuestro mundo,
ardiendo nuestros ojos,
buscando consumirse en el oleaje.

nos consumimos en el oleaje de las palabras hermano poeta, nuestro mundo es arena y burbujas salinas en constante movimiento de erosión

Poeta Carlos Gargallo dijo...

Cierto, muy cierto, pero aún así, lo deseamos fervientemente, un abrazo.