Con tres deseos vengo.
Con tres deseos de hiedra
bajando por el pecho,
subiendo por las venas,
volando al firmamento.
Dos suspiros se suman
a esa ecuación
donde encontrarnos.
Cuatro besos esparcidos
por todos los desiertos
a expensas de los oasis
donde casi muero.
Vendrás con tu vestido
de números y lienzo,
como un cuadro de aquellos
en donde vi por primera vez
la piel de tu cuerpo.
Uno, solo uno fue el minuto
y me quedé prendido
en aquel viento.
Carlos Gargallo (c)
10 comentarios:
MUY BELLO!
ROXANA
Preciosa poesía...
Tan solo un instante, tan solo uno, es suficiente para enamorarse...
Un beso.
simplemente de antología!!!
muakismuakis:-)
hola carlos!!!!!!
vine a visitarte porque te ví siguiendo mi blog, lástima que no dejaste tus huellas.........
me encantó tu poesía, llena de ternura y pasión!!!!!!!!
te espero en mi espacio.......
un abrazo y gracias
Buen poema, bien medido y bien dosificado en emoción e imágenes. Las anáforas están perfectamente manejadas, añaden un toque insistente que eleva el nivel de la emoción. Ess tres deseos...parangonables a las tres heridas de las que habla Miguel Hernández, ese contraste en los versos 4 y 5(subiendo, bajando), esos suspiros en matemática ecuación, son aciertos indudables.
Admirable.
Carlos, es lindísimo este poema. Eso te pasa por aliarte con la hiedra: que se te enreda, y se te enreda, y sube y baja y te envuelve,y...
Un abrazo
Ángeles
Hermosa manera de relatar el amor en la pasión con metáforas alusivas de números y oasis.
Bellísimamente expresado.
Un saludo, que pase un buen día
Celia
Muy dulce...
Saludos desde México
Que lindo juego con la emocion del amor!
Tierno, realmente tierno!
besos,
Gracias de todo corazón a cada una de vosotras por vuestras sinceras palabras, con críticas literarias así, da gusto, mil besos.
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