Todo tiene tu lenguaje.
Este manantial de caricias no morirá jamás.
Humedeces de luna los recuerdos
cuando, a cada paso,
una palabra sola
me basta y me llena
de espuma una tarde cualquiera
entre tu boca y la mía.
Todo tiene tu lenguaje de sal y menta,
son caricias entre la piel
perfumando la tibieza,
la pasión hecha miel,
el verbo mismo
con el que me alimentas.
Iris en todos los tulipanes
que nacen, haciéndose
paisaje de amor y ternura,
dando la tersura de la piel
que me cobija.
Palabras que saben
a caramelo y cereza.
Carlos Gargallo (c)
Este manantial de caricias no morirá jamás.
Humedeces de luna los recuerdos
cuando, a cada paso,
una palabra sola
me basta y me llena
de espuma una tarde cualquiera
entre tu boca y la mía.
Todo tiene tu lenguaje de sal y menta,
son caricias entre la piel
perfumando la tibieza,
la pasión hecha miel,
el verbo mismo
con el que me alimentas.
Iris en todos los tulipanes
que nacen, haciéndose
paisaje de amor y ternura,
dando la tersura de la piel
que me cobija.
Palabras que saben
a caramelo y cereza.
Carlos Gargallo (c)
3 comentarios:
Maravilloso poema, sin duda inspirado por el bello momento en el que te encuentras.
Rezuma romanticismo por cada uno de sus versos.
Un abrazo
Así es, cada situación, cada persona... todo tiene su lenguaje y tú has sabido escoger las palabras con las que construirlo. ¡Felicidades!
Sí, todo tiene su lenguaje: una mirada, un gesto, la luz de un día nuevo, un árbol, el mar, la vida en si misma es puro lenguaje. Bello poema, Carlos.
Curioseando blogs en internet he ido a parar al tuyo. Me gusta como escibes, yo también soy una enamorada de la poesía, así que si me lo permites, continuaré visitándote.
Un cordial saludo
Fina
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